ΓΙΑ ΟΣΟΥΣ ΑΓΑΠΟΥΝ ΦΑΝΑΤΙΚΑ ΤΟ ΤΑΝΓΚΟ ΚΑΙ ΤΟ ΠΟΔΟΣΦΑΙΡΟ

Para todos aquellos fánaticos del tango y del fútbol acá les dejo un compilado de tangos que hacen referencia a estas dos pasiones populares. Que lo disfruten !!!

Σάββατο 9 Ιουνίου 2012

ΣΑΝ ΣΗΜΕΡΑ ΤΟ 1924



CAMPEONES OLÍMPICOS

Vals de FRANCISCO BRANCATTI y JUAN RODRÍGUEZ
Por JUAN RODRÍGUEZ



Uruguay Campeón del Mundo en París 1924

Andrés Mazzali; José Nassazi, Pedro Arispe; José Andrade, José Vidal, Alfredo Ghierra; Santos Urdinarán, Hector Scarone, Pedro Petrone, Pedro Cea y Angel Romano, fueron los once “olímpicos”, a quienes Juan Rodríguez y Francisco Brancatti dedicaron su vals Campeones Olímpicos, grabado por el primero en discos Electra con acompañamiento de guitarras.



Uruguay ganó Suezia 3 a 0 con goles de Petrone, Naya y la gran figura Andrade.


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9 de junio de 1924: Uruguay obtiene el campeonato olímpico de fútbol en el estadio Colombes, París

 

"Fue un proceso imparable. Como el tango, el futbol creció desde los suburbios... Lindo viaje había hecho el futbol: había sido organizado en los colegios y universidades inglesas, y en América del Sur alegraba la vida de gente que nunca había pisado una escuela. En las canchas de Buenos Aires y de Montevideo,  nacía un estilo. Una manera propia de jugar al futbol iba abriéndose paso, mientras una manera propia de bailar se afirmaba en los patios milongueros. Los bailarines dibujaban filigranas, floreándose en una sola baldosa, y los futbolistas inventaban su lenguaje en el minúsculo espacio donde la pelota no era pateada sino retenida y poseída, como si los pies fueran manos trenzando el cuero. Y en los pies de los primeros virtuosos criollos, nació el toque: la pelota tocada como si fuera guitarra, fuente de música.” Eduardo Galeano (1)

Nueve partidos jugados y nueve ganados. Veinte goles a favor y sólo dos en contra en el campeonato olímpico de fútbol de 1924. Es el inicio de un  proceso del fútbol uruguayo que muchos no dudan en llamar glorioso.La situación institucional del fútbol en nuestro país no era la ideal.  Las profundas diferencias entre J. M. Sosa (presidente de Peñarol) y J. Batlle y Ordóñez formaban parte de un  entorno poco propicio para el fútbol uruguayo. Una crisis en la integración de la Asociación, por la separación de Central y Peñarol de la misma e inexistencia de recursos económicos, pautaban la tónica del  momento. El sitio web del Club Peñarol de Fútbol (2) no duda en calificar de  “tramoya política”  al proceso que culminó con su separación de la AUF, y que implicó que la mayoría de los integrantes del seleccionado pertenecieran a Nacional. “Pese al cisma, el seleccionado de la Asociación es campeón sudamericano de 1923. Atilio Narancio, delegado de Nacional, había prometido que si eran campeones concurrirían a las Olimpíadas de París. Uruguay no tenía afiliación olímpica y la Asociación no tenía fondos. Narancio hipoteca su casa. Numa Pesquera, Presidente de Nacional desde 1923, firma un cheque en blanco. Nacional aporta 6 jugadores: Andrés Mazzali, Santos Urdinarán, Alfredo Zibechi, Héctor Scarone, Ángel Romano y Pascual Somma." (3)

El lunes 26 de mayo de 1924 habían comenzado los Juegos Olímpicos para la selección uruguaya de fútbol, que derrotó a Yugoslavia por 7 goles a 0. Fue el comienzo de una serie de triunfos sucesivos (EEUU 3-0, Francia 5-1, Holanda 2-1) que culminó con la obtención del campeonato el  9 de junio, jornada en que “la celeste” venció en la final a Suiza por 3 goles a 0, frente a 60000 personas en el estadio Colombes. Aquel día, los jugadores  dieron una vuelta a la cancha para saludar a los asistentes. Nacía la “vuelta olímpica”. Integraron la escuadra celeste J. Leandro Andrade, Pedro Arispe, Pedro Casella, Pedro Cea, Luis Chiappara, Pedro Etchegoyen, Alfredo Ghierra, Andrés Mazali, José Nasazzi, José Naya, Pedro Petrone (goleador del torneo con 7 conquistas), Angel Romano, Zoilo Saldombide, Héctor Scarone, Pascual Somma, Humberto Tomassina, Antonio Urdinarán, Santos Urdinarán, Fermín Uriarte, José Vidal, Alfredo Zibechi y Pedro Zignone bajo la dirección técnica de Ernesto Figoli. 

Mario Benedetti recordaba así aquellos momentos: "Fuimos campeones olímpicos de fútbol en los años veinte, en 1924 y en 1928, y en 1950 le ganamos a Brasil la final de la Copa del Mundo en el Maracaná. Gracias al fútbol nos conocieron en el mundo. ¡Cuando ganamos las Olimpíadas, en París, la gente no podía creer que un país tan chiquito, que casi no estaba en los mapas, saliera campeón! Cuando ganamos en 1924, me acuerdo que estábamos en Tacuarembó, y mi padre escuchaba una radio española con unos auriculares que no sé de dónde sacó." (4) 

 

 



Πηγή / Fuente: εδώ.


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Mariano Jesús Camacho Ortega

 JJOO, primer torneo internacional futbolístico

JJOO se constituyeron como la primera competición futbolística a nivel mundial disputada, por ello os invito a este pequeño viaje histórico sobre los inicios futbolísticos de esta competición que vivió su punto culminante en la histórica cita de Colombes, en aquellos JJOO de Paris de 1924, en los que Uruguay y su fútbol se mostraron al mundo.
Como todos sabemos el fútbol fue inventado en el siglo XIX, por lo que este deporte no fue disputado en los Juegos olímpicos antiguos. Los primeros antecedentes históricos que vinculan al fútbol con los Juegos datan de 1896, cuando durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Atenas se disputaron dos encuentros de carácter no oficial. Los citados informes apuntan a que un combinado de Atenas habría sido derrotado por otro representando a Esmirna, parte del Imperio Otomano, y estos últimos habrían sido derrotados por 15-0 por un combinado de origen danés. Posteriormente se disputaron tres eventos de demostración en los tres siguientes juegos, en París 1900, Saint Louis 1904 y los Juegos Intercalados de 1906. Referente a ellos hay que destacar que como participantes acudieron conjuntos no profesionales, por lo que ni la FIFA ni el COI los consideran como eventos oficiales.
Hubo que esperar hasta 1908 para que se disputara la primera edición de carácter internacional disputada, a cargo de la Football Association (no afiliada a la recién fundada FIFA aún, pero con quien mantenía una estrecha relación). Fue con ocasión de la celebración de los JJOO de Londres y en aquellos juegos se disputó el primer partido oficial de la historia del fútbol olímpico como deporte de competición. El citado encuentro se disputó en el estadio Shepard Bush, un 19 de octubre de 1908 ante unos 2000 espectadores. Dinamarca se enfrentó y goleó 9 a 0 a un combinado francés y, en este primer torneo el Reino Unido se hizo con la medalla de oro. La plata fue para Dinamarca (que cayó 2:0 en la final) y el bronce para los Países Bajos (que vencieron 2:0 a Suecia en el partido por la medalla de bronce). En dicho evento participarían seis equipos, los que aumentarían a 11 durante los Juegos Olímpicos de Estocolmo 1912. En esta cita nuevamente se hizo con el oro el combinado del Reino Unido.
Posteriormente la competición fue tomando cuerpo y en la década de los años veinte y haciendo justicia con la historia hay que reconocer que el éxito del citado torneo sentó las bases para una futura creación de un competición a nivel mundial. (Campeonato del Mundo de Uruguay de 1930). En la citada década debemos destacar la celebración de los JJOO de Amberes de 1920, en los que por primera vez una selección no europea tuvo la oportunidad de participar. En concreto fue la selección egipcia la que abrió el camino a otras selecciones de otros puntos del planeta, que tuvieron en los Juegos a su plataforma de salida para mostrarse al mundo. Este fue el caso de Uruguay que en los JJOO de París 1924 y Ámsterdam 1928 encontró su mejor escaparate. De entre las dos mencionadas citas históricas me detengo especialmente en aquel año de 1924, en el que en aquella final disputada en Colombes, el fútbol del otro lado del charco se mostró a Europa.



Uruguay, el fútbol de la costa Noreste del Río de La Plata en Colombes.- JJOO de Paris 1924, Stade Colombes.
Al desgranar la historia de esta mítica final retrocedo en el tiempo con la intención de que se valore y conozca el calado histórico que tiene y dónde se encuentra la verdadera base del fútbol del continente americano: concretamente al sur de Brasil, en el ancho estuario del Río de La Plata, en la costa Noreste. En Uruguay y su capital Montevideo, un país que ha ganado cuatro títulos Mundiales (2 JJOO y 2 Campeonatos Mundiales) y 15 títulos sudamericanos; en la orilla opuesta Argentina y su capital Buenos Aires (Bicampeones del Mundo, Campeones Olímpicos) y 15 Campeonatos sudamericanos. Por lo que si sumamos los títulos de uno y otro y reconociendo la majestuosa grandeza histórica del fútbol brasileño, podremos comprobar que el Río de La Plata es la arteria principal del balompié en el continente americano. Se puede decir sin temor a equivocarnos que a sus orillas han crecido muchos de los grandes protagonistas de la historia del fútbol. Concretando aún más podremos constatar que en proporción de población y territorio, es aún más meritorio lo conseguido por Uruguay y su capital: Montevideo.
En 1910 Argentina ganó el primer Campeonato Sudamericano no oficial y seis años después Uruguay se proclamó campeón del primer Campeonato Sudamericano oficial de la historia. Fue así como comenzó todo, posteriormente en 1924, Uruguay zarpó del puerto de Montevideo rumbo a los JJOO de París. La F.I.F.A. asumió por primera vez en 1924 la tarea de organizar el torneo de fútbol dentro del marco de los Juegos Olímpicos.
 Con 22 participantes, se había alcanzado un récord de inscripción. De ultramar se presentaron los equipos de E.E.U.U. y Uruguay, de esta forma el combinado uruguayo se convertía en el primer equipo originario de Sudamérica en realizar una gira por Europa. Una gira que comenzó previamente en España, donde los charrúas dejaron su sello, como lo demuestra el hecho de que vencieron todos sus encuentros y las opiniones que suscitó su fútbol entre los periodistas españoles, uno de ellos tituló lo siguiente: –”Por los campos de Coya, pasó una ráfaga olímpica…”.
Uruguay probó suerte en Europa y dio a conocer un fútbol con idénticas reglas pero novedoso, cuyos sutiles matices  diferían del originario (Gran Bretaña) muy distinto al practicado en Europa por entonces. El combinado charrúa vivió numerosas anécdotas de las que podemos destacar especialmente la que tuvo como protagonista a la extinta selección yugoslava. Yugoslavia que era su más inmediato rival en el torneo olímpico, envió a varios “espías” al entrenamiento de los uruguayos, algo que ya sabían los sudamericanos, que con gran astucia realizaron una pésima práctica en la que tropezaban unos con otros, y mandaban todos los pases a las nubes. Así que los yugoslavos informaron que superar a Uruguay era cosa fácil.



 
“La maravilla negra”

Uruguay logró su objetivo y le dio una auténtica paliza a Yugoslavia, vencieron 7 a 0 y dejaron a todos boquiabiertos con su fútbol, los goles de Pedro “Vasco” Cea y Pedro Petrone y en especial por su figura: José Leandro Andrade, un futbolista bautizado por la prensa francesa como “La Maravilla negra” o “La Perla Negra”. Dicen los que le vieron jugar, que Andrade unió el magisterio del fútbol con el del tango y es que al parecer José Leandro dio tanto espectáculo en la cancha, donde deslumbraba con sus fintas y su talento, como en la alta noche parisina. Además fue el primer jugador negro que pisó una cancha europea, logró cautivar a los espectadores por su especial personalidad y su inmenso talento. Su exhibición fue de tal calibre que los periodistas franceses, le bautizaron con el ya citado sobrenombre de “La Maravilla negra”, por su estilo de juego elegante. Fue condecorado como mejor jugador de fútbol de la Olimpiada de 1924.
El equipo uruguayo que aunó a su genuina academia su depurada técnica, su garra y temperamento, superó 3 a 0 a EEUU con tres tantos de Petrone. Posteriormente 30.000 espectadores vieron los cuartos de final entre Uruguay y Francia (5:1). Los sudamericanos derrotaron a Holanda en las semifinales y la selección charrúa se plantó en la final ante Suiza.
El 9 de junio de 1924 en el mítico Stade Colombes de París, abarrotado por 60.000 espectadores, (10.000 hinchas tuvieron que quedarse afuera por falta de espacio, lo que provocó algunos incidentes en el que hubo heridos de gravedad), fue testigo del legendario enfrentamiento entre Uruguay y Suiza en la final de los JJOO.
Uruguay dominó de principio a fin el choque y se adelantó en el marcador en el minuto 27 de la primera mitad, el autor del citado tanto fue Petrone; el “Vasco” Pedro Cea hizo el segundo en el minuto 18 de la segunda parte y Angel Romano hizo el tercero en el 36 de la segunda parte. Este magnífico equipo liderado en la cancha por Héctor Scarone y secundado por auténticos cracks como José Nasazzi, José Andrade, Pedro Cea, Pedro Petrone, Ángel Romano… se hizo acreedor con todo merecimiento a la medalla de oro de los JJOO y entró para siempre en la historia del fútbol.
Uruguay con su fútbol técnico y de pase corto jugó a placer ante una Suiza que no pudo hacer nada para frenar el juego de los charrúas, que vencieron por tres goles a cero. El equipo charrúa fue original hasta en la celebración, puesto que lo hicieron con una vuelta al estadio, encabezada por José Nasazzi y denominada desde entonces “la vuelta olímpica”, una invención atribuida entonces a la historia del fútbol uruguayo y que se extendió por todo el planeta fútbol.
Tan impresionados quedaron los espectadores parisinos que acudieron a Colombes que el histórico partido se cita como el que más influyó en el desarrollo del estilo de juego del fútbol francés. Aquel país de tan solo 3 millones habitantes acababa de dar una lección de juego al fútbol europeo y se consagraba Campeón del Mundo, puesto que por entonces los JJOO eran la única competición mundial de fútbol.
Ya se cumplen 88 años de la espectacular exhibición de Uruguay en Colombes, pero para muchos no ha transcurrido un solo día, puesto que los 60.000 espectadores franceses que acudieron al Stade Colombes, pudieron comprobar ‘insitu’ como el tiempo se paraba para degustar el juego charrúa y para que el equipo oriental se adjudicara el título, y diera su vuelta triunfal recorriendo el perímetro de la cancha marcando el primer hito internacional del fútbol sudamericano.
Mazzali, Nasazzi, Arispe, Andrade, Piriz, Gestido, Arremont, Scarone, Borjas, Cea y Figueroa fueron los once “olímpicos”, a quienes Juan Rodríguez y Francisco Brancatti dedicaron su vals Campeones Olímpicos, grabado por el primero en discos Electra con acompañamiento de guitarras. El fútbol hecho música y canción, fútbol tango, José Andrade dibujando cortes y quebradas en Colombes y en los locales nocturnos de la Ciudad Luz…

Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Futbol_en_los_Juegos_Olimpicos



Πηγή / Fuente: εδώ.

 


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