ΤΡΑΓΟΥΔΑΕΙ Ο ANTONIO BUGLIONE
ΠΑΙΖΕΙ ORQUESTA OSVALDO FRESEDO
Στίχοι: José De Grandis.
Μουσική:
Bernardo Germino.
Τάνγκο του 1928.
Το ακούμε και εδώ.
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“TARASCA”, EL
NOMBRE DEL GOL
A partir de
1922 comenzó a vestir la casaca xeneize una de las mayores pesadillas de los
arqueros rivales: Domingo Tarascon. Durante diez años su infalible olfato de
gol le regaló a la número 12 decenas de gritos eufóricos.
Cuando se hurga
un poco en la extensa historia de Boca, cuando se ojean páginas y páginas de
fotos descoloridas o de tonos sepia, cuando se recaban datos de los años del
amateurismo, indefectiblemente sale a la luz el nombre de Domingo Tarascone. Este
potente jugador se inició en Atlanta, en donde jugaba como wing derecho. Allí
se desempeñó hasta 1921, pero en la temporada siguiente mudó sus colores para
calzarse la azul y oro.
Tarascone arribó a la ribera y se encontró con que el puntero derecho boquense era, ni más ni menos, que el gran Pedro Calomino. Debido a ello, pasó a pararse en la cancha como centrodelantero. Esta decisión fue una de las más acertadas de su carrera: a partir de ese momento se convirtió en un voraz goleador que haría sufrir a defensas y arqueros por igual.
En 1923 y 1924 Boca se consagró campeón de la Asociación Argentina de Football y “Tarasca” -el sobrenombre que bajaba de los tablones- fue el máximo anotador de la escuadra xeneize en ambas oportunidades. Luego de este bicampeonato (el de 1924 en condición de invicto) Boca Juniors parecía ser el conjunto nacional más adecuado para realizar una gira por Europa. En febrero de 1925 el plantel embarcó rumbo al puerto de Vigo.
El periplo por el Viejo Continente resultó un éxito rotundo. Luego de viajar por varias ciudades de España, Alemania y Francia, el saldo fue de diecinueve encuentros disputados, quince ganados, uno empatado y sólo tres perdidos. “Tarasca” no dejó pasar la oportunidad y se dedicó a vencer vallas europeas: estrelló el balón contra las mallas seis veces. La vuelta a la Argentina recibió a los atletas de La Boca como héroes e inmejorables embajadores deportivos.
Al año siguiente, el equipo xeneize volvió a consagrarse campeón del torneo local y Domingo Tarsacone fue nuevamente el principal scorer del conjunto auriazul. Para aquel entonces, el centroforward boquense ya contaba con un socio de lujo en el ataque: Roberto Cherro. Entre 1927 y 1929 Tarascone y sus socios pelearon los torneos hasta el final y salieron ubicados en la segunda posición. El último campeonato del amateurismo, disputado en el año 30, fue monopolizado por Boca Juniors, que se alzó con una nueva estrella.
El paso al profesionalismo significó un giro de 180 grados. Si bien Tarascone todavía conservaba su capacidad goleadora intacta, los años gloriosos de la era amateur había finalizado y con ellos se iban los mejores recuerdos de “Tarasca”. En 1931 Boca obtuvo el primer torneo del profesionalismo; fue el último festejo del gran centrodelantero. Un año más tarde colgó los botines y, finalmente, dio respiro a los arqueros rivales.
Tarascone arribó a la ribera y se encontró con que el puntero derecho boquense era, ni más ni menos, que el gran Pedro Calomino. Debido a ello, pasó a pararse en la cancha como centrodelantero. Esta decisión fue una de las más acertadas de su carrera: a partir de ese momento se convirtió en un voraz goleador que haría sufrir a defensas y arqueros por igual.
En 1923 y 1924 Boca se consagró campeón de la Asociación Argentina de Football y “Tarasca” -el sobrenombre que bajaba de los tablones- fue el máximo anotador de la escuadra xeneize en ambas oportunidades. Luego de este bicampeonato (el de 1924 en condición de invicto) Boca Juniors parecía ser el conjunto nacional más adecuado para realizar una gira por Europa. En febrero de 1925 el plantel embarcó rumbo al puerto de Vigo.
El periplo por el Viejo Continente resultó un éxito rotundo. Luego de viajar por varias ciudades de España, Alemania y Francia, el saldo fue de diecinueve encuentros disputados, quince ganados, uno empatado y sólo tres perdidos. “Tarasca” no dejó pasar la oportunidad y se dedicó a vencer vallas europeas: estrelló el balón contra las mallas seis veces. La vuelta a la Argentina recibió a los atletas de La Boca como héroes e inmejorables embajadores deportivos.
Al año siguiente, el equipo xeneize volvió a consagrarse campeón del torneo local y Domingo Tarsacone fue nuevamente el principal scorer del conjunto auriazul. Para aquel entonces, el centroforward boquense ya contaba con un socio de lujo en el ataque: Roberto Cherro. Entre 1927 y 1929 Tarascone y sus socios pelearon los torneos hasta el final y salieron ubicados en la segunda posición. El último campeonato del amateurismo, disputado en el año 30, fue monopolizado por Boca Juniors, que se alzó con una nueva estrella.
El paso al profesionalismo significó un giro de 180 grados. Si bien Tarascone todavía conservaba su capacidad goleadora intacta, los años gloriosos de la era amateur había finalizado y con ellos se iban los mejores recuerdos de “Tarasca”. En 1931 Boca obtuvo el primer torneo del profesionalismo; fue el último festejo del gran centrodelantero. Un año más tarde colgó los botines y, finalmente, dio respiro a los arqueros rivales.
Πηγή: εδώ.
OSVALDO FRESEDO
ORQUESTA OSVALDO FRESEDO
JOSÉ DE GRANDIS
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