GONIO FERRARI
EL TANGO CON CAMISETA Y BOTINES
Los rioplatenses,
entre sus amores más enraizados, tienen a la Vieja, el tango y el fútbol. No
extraña entonces que cada club posea su “himno” en 2 por 4.No es un
descubrimiento de los historiadores ni de los sociólogos sostener que entre los
amores eternos, enraizados e indelebles de los rioplatenses, en el orden que
cada uno quiera asignarle, están la Vieja, el fútbol y el tango. Son variadas e
innumerables las creaciones con ritmo de tango, marcha y otros, ejecutados por
orquestas típicas y renombrados vocalistas, como por ejemplo Racing Club,
Independiente Club o el Himno a River Plate que grabara en 1931 Francisco
Canaro con Ernesto Famá poniéndole su voz. También está Boca Juniors, de 1954
por Miguel Caló con Roberto Arrieta. Y cruzando el Rio de la Plata se
detectaron emotivos reconocimientos como el tango Y siempre Peñarol, donde se
mencionan hazañas y personajes de esa divisa en la década del ’50, que cantaba
Luis Alberto Fleitas acompañado por la orquesta de “Pirincho” Canaro.
Made in Avellaneda
Hurgando en los antecedentes, aparece como unas
de las primeras grabaciones que aluden al Racing Club, las que hicieron Oscar
Cobián y Roberto Firpo, allá por 1913 y dos años más tarde, una de Francisco
Canaro. Pasó bastante tiempo hasta que Carlos Di Sarli en 1940, Angel
D’Agostino en 1946 y Rodolfo Biagi en 1950 llevaran sus creaciones a la
insobornable memoria del disco. Sin embargo ahora se sabe que una versión
anterior de Alfredo Gobbi (h) en 1949 fue considerada de alta calidad con
relación a las otras. No hay que dejar de lado, en honor a la historia, una
inédita grabación en vivo realizada en Montevideo cuando corría 1941 por parte
de la orquesta del celebrado bandoneonista Aníbal “Pichuco” Troilo.
Y Agustín Bardi, otro de los grandes
creadores de música, tituló una de sus obras con el nombre de Independiente
Club, dedicada al Rey de Copas o Los diablos rojos. En 1953 fue Héctor Varela,
un reconocido fanático de los Diablos rojos de Avellaneda el autor del tango
homónimo, registrado para el sello Pampa.
El ciclón de Boedo
Al
amparo de la sombra que generosamente ofrecía la parroquia de San Lorenzo de
Almagro, allá por 1907 nació lo que primero fue Los forzosos de Almagro, con
camisetas color borravino, puños y cuello blancos, atuendo que duró un par de
años hasta que se impuso el actual azulgrana. Y en homenaje al primer
campeonato conquistado por el club de Boedo, el bandoneonista Luis Servidio
dedicó un tango para festejar esa hazaña deportiva. Cuatro años después y en
coincidencia con otra importante conquista azulgrana, José Rebolini y Carlos
Pesce compusieron San Lorenzo. Por aquellos tiempos, el ala derecha del equipo
superior, campeón en 1927, estaba integrada por Carricaberry y Maglio, este
último, hijo del célebre “Pacho”. No fueron las únicas expresiones musicales
alusivas, porque también hicieron lo suyo Francisco Caso y Francisco Lio, sin
dejar de lado el tango El ciclón, de Anselmo Aieta y Francisco Laino, aparte de
Azulgrana, hermosa creación instrumental de Osvaldo Requena.
Boca-River, un clásico
El equipo de la ribera ha sido uno de los más
homenajeados con tangos alusivos, como por ejemplo el registro de Juan
D’Arienzo en 1946 titulado Azul y Oro, de Eduardo Aguirre o José Basso quien
registró Once y uno, llevado al disco en 1952. Allí aparece por primera vez una
mención al “jugador número 12”
como se denomina hasta la actualidad a la barra de simpatizantes boquenses.
Miguel Caló aportó el tango Boca Juniors y hubo muchas otras expresiones de
homenaje y reconocimiento a la trayectoria deportiva. Viene al caso recordar la
trascendencia que alcanzó Julio Elias Musimessi, jugador boquense nacido
en Chaco, más conocido como “El guardavalla cantor”, quien dejó para la
posteridad el chamamé Viva Boca, con autoría de Américo Cipriano y Eduardo
Pauloni, registrado para el sello TK.
En cuanto al Club Atlético River Plate, del
barrio de Núñez, de acuerdo con las estadísticas vencedor en 31 campeonatos de
la primera división dentro de la era profesional, recibió como uno de los
tantos y sentidos homenajes, una versión del maestro Francisco Canaro, el Himno
Oficial de River Plate y otra de Leopoldo Diaz Vélez con el título de “Tarzán”
en inequívoca y merecida alusión al sempiterno Amadeo Carrizo, histórico y
recordado guardavalla del equipo superior de la banda roja, llevado a los
registros por Armando Pontier y Alberto Podestá.
A platenses y jugadores
La
gente vinculada con el tango no se limitó a reconocer trayectorias ni
conquistas deportivas solo de los equipos más empinados, considerados
“grandes”. Gimnasia y Esgrima de La Plata, en 1933, fue homenajeado por
el bandoneonista Horacio Pezzi, quien junto con Carlos Espíndola le dedican su
tango El expreso de La Plata. Y casi dos décadas después, en 1950, Ernesto
Rossi y Francisco Rotundo compusieron Estudiantes de La Plata, un tango
instrumental con el que establecían un necesario equilibrio en la balanza por
la vieja puja futbolera que ya se había instalado en la ciudad de las
diagonales.
Allá por 1928 se dieron ejemplos cercanos a la
idolatría hacia dos destacados futbolistas. Osvaldo Fresedo inscribe Tarasca
solo, cantado por Antonio Buglione en homenaje a Domingo Tarascone, un notable
delantero boquense y Ochoita, en reconocimiento a Pedro Ochoa, un gran
gambeteador del Racing Club de entonces. Y en 1923 Miguel Padula compuso El
mortero del globito en alusión a Emilio Masantonio, destacado jugador de
Huracán y Lemita, donde resalta la trayectoria de Jaime Lema, arquero que pese
a su baja estatura, fue figura descollante en el arco de San Lorenzo de
Almagro, campeón en 1933.
Versiones memorables
Aparte de todas las creaciones que surgieron
para destacar a las instituciones vinculadas con el fútbol, cabe recordar
versiones memorables de temas afines que dejaron para la posteridad los grandes
del tango. Largue esa Mujica, Patadura y Mi primer gol, por Carlos Gardel; la
número 5, por Alfredo Gobbi con Jorge Maciel y relatos de Fioravanti; el
inolvidable El sueño del pibe, por Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel o
Ricardo Tanturi con Enrique Campos; Campeones olímpicos, vals de Juan Rodríguez
con acompañamiento de guitarras; Para vos, Chirola, por Héctor Varela; a José
Manuel Moreno, por Francini y Pontier; El taladro, por Alfredo de Angelis y
muchísimos más, que contribuyeron a la historia del tango en base a remembranzas,
emociones y nostalgias.
Πηγή / Fuente: εδώ.
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου